Me crié a golpe de niñeras, las mismas con que mi padre
reafirmó su autoestima como hombre y amante.
Igual que con los trencitos eléctricos, las scalectric y las
tetas, lo que estaba destinado al niño, lo disfrutó un grande.
Unos sirven para trabajar, otros para hacer números, los hay que juegan al fútbol. Yo, sólo sirvo para imaginar.
Si alguna vez te encuentras con algo publicado o exhibido que se llame "Sólo sirvo para Imaginar", te aseguro que no he sido yo. No sirvo para esas tareas. Yo, "Sólo sirvo para imaginar".