lunes, 30 de junio de 2008

Las horas

Habían pasado varias horas y no dejaba de pensar en ella. Ella no vendría.
Las noches son más absurdas cuando las paso solas. Los días son absurdos siempre.
Buenas noches.

domingo, 1 de junio de 2008

Los ciegos filman


No había modo de echarlo, llevaba más de 3 horas hablándonos y con Sofía no sabíamos qué hacer. Indignada le dijo.

- Disculpa, Gonzalo, ya nos vamos a acostar.

- Vale, vale. Si ya me voy. No os preocupéis.

Mientras se levantaba seguía conversándonos. Imparable, preguntó:

- ¿Conocéis al director de cine Jean Luc Tringuenot?

Cometí el error de responderle.

- Es increíble- volvió a ametrallar- es un director canadiense pero ha hecho su carrera en Francia. Hizo una película genial: Otros ojos, ¿la habéis visto?

Negué con la cabeza, casi empujándolo hacia la puerta.

- Genial, en serio. El camarógrafo era ciego. Ciego, de verdad.

- Ya, le dije- aunque debo reconocer que me picó la curiosidad.

- El director armaba la escena, iluminaba, le daba las instrucciones a los actores y ensayaban un par de veces. El camarógrafo escuchaba y se aprendía los movimientos sólo por el sonido. Al momento de rodar, la cámara la manejaba oyendo las voces y el movimiento. Otra dimensión la peli. Unos encuadres locos, una música. Poesía pura.

Casi en el marco de la puerta continuaba.

- Ganó un premio en el festival de cine de Dusseldorf. Es una película de culto total.

Si queréis os puedo conseguir una copia. Es muy rara y difícil de encontrar pero se la puedo pedir a mi amigo que me la prestó. Es un cinéfilo que te cagas.

- Vale. Otro día.

- Sí otro día. Oye, pero en el festival éste, ni el jurado ni nadie sabía lo del cámara. Cuando subieron a recibir el premio, la gente flipaba en colores. En unas entrevistas que leí en el Cahiers du Cinema, en francés, no éste que sacaron en español. ¿Sabíais que ahora lo editan en español? Está bien la revista, pero la mayoría son traducciones de la versión francesa. ¿Qué os estaba contando?

Sofía le dio un beso, le sonrió y se fue acostar. Me hizo un gesto para que le siguiera luego.

- Ya, Gonzalo, me lo terminas de contar otro día- trataba yo de disuadirlo.

- Sí obvio, si el loco es para estar hablando el día entero. Ah, eso, que su idea era democratizar el cine, pero no con el típico rollo sesentero de llevar el cine al pueblo ni nada de eso. Era el acceso a todos al cine, sin distinciones ni intelectuales ni perceptivas, nada. Cine para todos.

- Bueno. Gracias por la visita.

- Pero fíjate el rollo, si no era sólo ver el cine, también en hacer cine. Todos pueden escribir historias, todos pueden filmarlas. Como los ciegos. Hizo otra película con pacientes psiquiátricos.

- Eso ya se ha hecho- dije enojado.

- Claro, pero no como documental, ellos escribieron la historia, bueno, escribir es un decir, pero ellos la inventaron, la actuaban y la dirigían. Una película dirigida por un esquizofrénico paranoico. Loquísimo. Tringuenot sólo hizo la producción ejecutiva. Bueno, yo no la he visto pero dicen que fue un desastre. Pero no le importaba, porque el tipo es un buscador, quiere ir más allá de los límites de quién hace y para quién se hace el cine. Quiso hacer una desde el punto de vista de un tío en silla de ruedas. Pero descubrió que ya lo habían hecho y lo dejó.

- Yo también. Gracias, Gonzalo-. Cerré la puerta.

- Vale, otro día te termino de contar- decía desde el otro lado de la puerta.